Por su parte, la servitización, es decir el fenómeno donde incluso los bienes tienen una capa de servicios, que muchas veces supera la propia del producto, está modelando sectores impensables hace algunos años. Desde autos cuyos servicios de localización, asistencia de manejo, etc determinan la elección de los consumidores a tornillos para la industria del petróleo conectados a la red digital que diagnostican su propio estado de corrosión, presión, etc y ayudan a determinar la necesidad de cambiarlos. Este fenómeno se soporta en los sistemas ciberfísicos a través de internet de las cosas, big data, machine learning e inteligencia artificial, lo cual permite conectar dispositivos y personas, analizar datos y tomar decisiones sin prácticamente la intervención humana en su operación.

Asimismo, la personalización en masa a partir de la fábrica inteligente, que básicamente significa fabricación a gran escala pero según los gustos y necesidades de cada cliente, está cambiando la forma de producir, haciendo uso de las mismas tecnologías combinadas como la robotización, automatización, entre otras. Asimismo, la aparición de los autos autónomos, los robots y las ciudades inteligentes cambian las formas de las ciudades y sus habitantes permitiendo personalizar la experiencia de viaje en tanto modalidad, trayecto, etc.

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