En estos meses he podido conversar con cientos de altos directivos en el apasionante reto de buscar el mejor talento directivo del mercado. Hay una pregunta que todo directivo y emprendedor se hace en estos momentos de incierta certidumbre. ¿Existe el directivo perfecto? Absolutamente no. Pero si que nos podemos aproximar al perfil que las principales empresas buscarán en el nuevo año 2018.
En estas reflexiones, apoyadas en una reciente encuesta dirigida a más de 100 CEOs, trataremos sobre el “retrato robot” de este líder 10. Y partimos de mi definición favorita de liderazgo que implica alinear a toda la organización hacia un objetivo compartido.
1. Un liderazgo con capacidad de motivar
El directivo buscado responde a un estilo de dirección más horizontal e integrador. Debe ser un creador de equipos y un coach, con capacidad de escuchar y dar feedback sincero. En definitiva necesita los rasgos de un líder carismático: empático, colaborador y con capacidad de unir.
2. Visión estratégica y prudencia
Mirar hacia el frente diseñando (e implementando) la “hoja de ruta” y aprender de los errores son tareas indelegables que este ejecutivo deberá tener. Como resultado de la crisis se erige un nuevo líder más prudente y equilibrado con el riesgo: lo que podemos definir como sabiduría práctica. Y dentro de la estrategia global, el líder debe ser el garante de la cultura y los valores corporativos.
3. Orientación a resultados
Con el fin de la crisis, la eficiencia ha venido para quedarse, y hoy es un objetivo principal de directivos y empresas que, empujados por la necesidad de ser más competitivos y reducir costes, buscan formas alternativas e innovadoras de trasladar valor a los clientes aprovechando mejor sus recursos. Este líder eficiente debe saber gestionar en primer lugar el recurso más escaso: su tiempo. Y también el de su equipo cercano sabiendo gestionar las reuniones y su agenda personal y relacional.
4. Flexibilidad y gestión del cambio
Se espera de un líder que sea proactivo, con capacidad para anticiparse a retos y necesidades futuras. Con un estilo flexible y adaptable a distintas situaciones y equipos de trabajo, un liderazgo cercano a las personas que disfruta con la consecución de objetivos.
5. Valores y ejemplaridad
La ética, el compromiso y la confianza son valores que se generan en el día a día, en lo ordinario. El ejemplo hace al líder. El liderazgo compartido debe estar basado en la confianza y permitir el desarrollo de las personas de su equipo. Porque las personas son el centro de la empresa no debemos olvidarnos de Víctor Hugo cuando nos regalaba “Hay un espectáculo más grandioso que el mar, y es el cielo; hay un espectáculo más grandioso del cielo y es el interior de un alma”.
6. Colaborador y trabajador en equipo
El ejecutivo “prima donna” ha quedado relegado en pos de un jugador de equipo colaborador. Ser consciente que ninguno sabe más que el resto del equipo unido, y que la complejidad de la realidad empresarial hace imposible tener éxito trabajando en solitario.
7. Capacidad analítica y toma de decisiones
Una de las principales enseñanzas de las escuelas de negocio es la mejora del proceso de toma de decisiones. Disponer de una alta capacidad analítica como base para una correcta decisión y su posterior implementación se configuran como elementos clave en el día a día de un buen directivo.
8. Influencia y capacidad relacional
El directivo buscado, por encima de todo, debe tener capacidad de influencia. Siempre han sido fundamentales las habilidades de networking y en este momento cobran un especial protagonismo
9. Gestión de la adversidad
Es clave la seguridad en sí mismo y saber ponerse un alto nivel de presión: tener la ambición de alcanzar más de lo que los otros esperan. Y por supuesto la habilidad para superar y aprender de los errores y el fracaso.
10. Innovar en la era digital
La capacidad para identificar, asumir y liderar los profundos cambios que la innovación está impactando en todos los modelos de negocio.
Hay otras muchas competencias y habilidades con demanda creciente como la del intraemprendedor o la comunicación. No basta con ser el garante indelegable de la estrategia y los valores corporativos. Hay que hacerlos llegar a toda la organización.
Si nos referimos a las áreas de la empresa donde se prevé un mayor crecimiento en el año 2018, sobresale el departamento comercial y marketing, la referida a la tecnología e innovación y a distancia la estratégica. Las empresas recurrirán a ayuda externa en un 37% de los casos. Los sectores que más crecerán serán los relacionados con tecnología, hostelería, sanidad, construcción y servicios profesionales.
Destacan tres campos donde los CEOs ponen su foco. En el momento actual, con profundos cambios y nuevas estrategias de crecimiento, muchos primeros ejecutivos abordaran la Evaluación de sus equipos (un 29% no lo había realizado en los últimos años). Otros destacan la importancia de preparar con tiempo un Plan de Sucesión (en la actualidad uno de cada tres CEOs no sabe quién le sucederá) e invertir en la formación de su equipo cercano (un 25% de las empresas consultadas no tienen en la actualidad un Plan de Formación directiva.
Y un último mensaje para el optimismo porque el 64% de los CEOs entrevistados son muy o bastante optimistas sobre la situación de España en el 2018. Aquí no debemos olvidar a Churchill cuando nos recordaba con su flema británica que “los pesimistas ven las dificultades ante cada oportunidad. Los optimistas ven las oportunidades ante cada dificultad”. ¡Feliz 2018!
Nota por AmericaEconomía.com
